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Aumentan productos genéticamente modificados en el consumo del mexicano: investigación UASLP
• Identifican transgénicos y glifosato en hasta 40 % de los alimentos analizados
La doctora María Guadalupe Galindo Mendoza, coordinadora del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria (LANGIF) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), advirtió sobre el incremento en el consumo de productos genéticamente modificados en México, lo cual representa riesgos para la salud y la biodiversidad.
Esta alerta surge del proyecto de investigación “Monitoreo de transgenes y pesticidas en maíz y subproductos alimenticios: enfoque sustentable para el campo agrícola mexicano”, que desarrollan en colaboración la UASLP, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la UAM Xochimilco, y el CIATEJ.
Hallazgos alarmantes
La investigación detectó trazas de transgénicos en alimentos de consumo cotidiano, principalmente en elotes, mazorcas, semillas y harinas para tortillas. Entre el 30 % y el 40 % de los productos analizados contienen los tres genes más utilizados por las empresas Monsanto y Corteva. Asimismo, el 40 % de las muestras dieron positivo a residuos de glifosato y otros herbicidas.
“Estos resultados indican una contaminación generalizada con transgénicos en productos básicos de la dieta mexicana, lo que afecta tanto la salud de los consumidores como la biodiversidad del maíz criollo, un elemento esencial del patrimonio biocultural del país”, explicó la doctora Galindo Mendoza.
Riesgo para las variedades tradicionales de maíz
El estudio también alerta sobre la posible contaminación de las variedades nativas de maíz en México. En San Luis Potosí, se han identificado tipos locales como los de ocho hileras en la Huasteca, los cónicos del altiplano y los tropicales dentados, que poseen un alto valor nutricional pero están en peligro debido a la contaminación cruzada con polen de cultivos transgénicos.
Acciones necesarias y recomendaciones
Aunque la legislación mexicana prohíbe la siembra de semillas transgénicas, la doctora Galindo urgió a reforzar la normativa y avanzar hacia la penalización de la contaminación genética, siguiendo ejemplos internacionales como Canadá e India. También propuso un etiquetado obligatorio para identificar productos genéticamente modificados, una medida ya adoptada en la Unión Europea.
“Es esencial que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre los alimentos que compran. Esto también requiere la implementación de tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial, para mejorar el análisis y muestreo de datos”, señaló.
Un modelo sustentable para México
Con una duración de tres años, el proyecto busca mitigar el impacto de los transgénicos en la dieta mexicana, proteger el maíz criollo y establecer un modelo agrícola sustentable para el país. Actualmente, el proyecto se encuentra en su segundo año de ejecución y tiene como objetivo final garantizar la soberanía alimentaria y la biodiversidad de México.
“Es responsabilidad de todos, desde productores hasta consumidores, proteger los recursos bioculturales del país y reducir los riesgos asociados al consumo de transgénicos”, concluyó la especialista.
