Futuro Compuesto
“El chatbot ambiental: tecnología con aroma a humo”
El Ayuntamiento de Ciudad Valles nos presenta su nueva joya tecnológica: un chatbot para reportes ambientales en WhatsApp. Con esta innovación, prometen que los ciudadanos podrán denunciar desde quemas de basura hasta derribos ilegales de árboles con solo unos clics. Sin embargo, uno no puede evitar preguntarse si este proyecto será el principio de un verdadero cambio o solo una pantalla para adornar un catálogo de promesas ambientales. Porque, mientras el chatbot recopila quejas, ¿quién garantizará que las acciones no queden en el limbo burocrático? Innovación no es sinónimo de transformación, y si la inteligencia artificial va a entrar al rescate del medio ambiente, más vale que esté acompañada de una política ambiental igualmente inteligente.
“San Luis Amable: discursos, luces y promesas en alta definición”
En un inicio de año más teatral que administrativo, el alcalde Enrique Galindo eligió el Estadio Alfonso Lastras como escenario para dar arranque a las actividades del Ayuntamiento de San Luis Potosí, con promesas de un San Luis más limpio, seguro y amable. Entre agradecimientos al personal municipal y reiteraciones de logros como la “mejor iluminación del país” y premios ambientales, el evento recordó más a un mitin que a un arranque de gestión. Claro, los compromisos firmados en un manifiesto son inspiradores, pero ¿no sería más útil invertir ese tiempo en calles menos oscuras que las de los alrededores del estadio? Entre aplausos y “talachas”, ojalá no olviden que la verdadera amabilidad de una ciudad no se mide en discursos, sino en acciones concretas y resultados tangibles.
“Interapas y el arte de cobrar con descuento”
Bajo el atractivo eslogan “Acaba tu cuenta de una vez”, Interapas lanza un programa para recuperar la cartera vencida del sector comercial, prometiendo hasta un 50% de descuento en adeudos de agua. Una propuesta que suena tentadora, especialmente para los empresarios que podrán ahorrarse miles de pesos por deudas acumuladas durante años. Claro, el organismo asegura que este gesto forma parte de su reestructura financiera y no de una desesperación por sanear sus finanzas con parches temporales. Resulta curioso cómo las deudas del sector comercial, usualmente invisibles, ahora son incentivadas con descuentos mientras el usuario doméstico paga puntualmente o enfrenta cortes. En este generoso ejercicio de amnistía fiscal, esperemos que el agua vuelva a fluir con la misma abundancia con la que ahora fluyen los descuentos.