Una política de agua con grietas: los descuentos de Interapas
El reciente anuncio de Interapas sobre su programa “Acaba tu deuda de una vez” para 2025 pretende ser una bocanada de aire fresco en el eterno problema de los adeudos por agua potable. Con descuentos escalonados que van del 50% al 30%, según el monto adeudado, el organismo busca que usuarios domésticos y comerciales regularicen sus pagos pendientes hasta 2024. Sin embargo, ¿es esta una política verdaderamente inclusiva y efectiva?
Desde el papel, los números lucen atractivos. ¿Quién no querría pagar la mitad de su deuda con solo adherirse al programa? Pero cuando analizamos los detalles, surgen grietas que podrían limitar su impacto real.
Descuentos que excluyen
La estructura de descuentos por rangos es, en teoría, progresiva: quienes adeudan menos, obtienen mayores beneficios. Pero los usuarios con adeudos más altos (más de $40,000 en el caso doméstico y $300,000 en el comercial) solo recibirán un 30% de descuento. ¿Qué tan realista es esperar que estas personas, muchas veces en condiciones de rezago extremo, paguen el saldo restante de una sola vez?
Esta exigencia de pago único, además de inflexible, parece desentonar con la intención declarada de apoyar a las familias y negocios. ¿Por qué no incluir opciones de pagos diferidos o un esquema que considere el perfil económico del usuario? El temor de Interapas a una posible evasión es comprensible, pero su postura rígida podría acabar limitando la participación en el programa.
Las promesas versus las prioridades
Otra área crítica son los supuestos beneficios secundarios del programa. Según diversas autoridades, los recursos recaudados fortalecerán los servicios de agua, drenaje y saneamiento. Pero ¿hay un plan transparente para garantizar que estos ingresos lleguen a esos fines? Los usuarios han padecido históricamente deficiencias en el suministro de agua, fugas persistentes y una infraestructura en deterioro. Si no se establecen mecanismos claros de rendición de cuentas, este programa podría terminar siendo un paliativo para cuadrar números, no una solución estructural.
Un beneficio que podría quedarse corto
El incentivo del 100% de descuento para nuevos contratos y el 50% para grupos vulnerables suena alentador, pero tiene un alcance limitado: solo aplica si el consumo no supera los 25 metros cúbicos bimestrales. Para familias grandes o negocios pequeños con necesidades más altas, esto deja de ser una opción viable. ¿No sería más razonable ajustar estos criterios a las realidades de consumo?
Un programa que necesita ajustes
La idea de Interapas de promover la regularización es válida, incluso necesaria. Sin embargo, su ejecución está plagada de restricciones que podrían desalentar a los usuarios más necesitados. Ofrecer flexibilidad en los esquemas de pago, ampliar los beneficios a los sectores más rezagados y garantizar la transparencia en el uso de los recursos serían pasos esenciales para fortalecer esta política.
Porque en temas de agua, el verdadero problema no es la deuda: es la confianza perdida en un sistema que hasta ahora parece más enfocado en cobrar que en cumplir su promesa de servicio.