De cada 10 personas con lupus, entre siete y nueve son mujeres
El lupus eritematoso es una enfermedad multisistémica, autoinmune, crónica e incurable que no puede prevenirse; una vez diagnosticada, es fundamental apegarse al tratamiento y no automedicarse, porque se caracteriza por estados de remisión o recaídas.
Síntomas como dolor e inflamación en la piel, la mucosa oral y nasal (úlceras), en articulaciones de manos, muñecas, codos, rodillas y pies (artritis) son característicos de una enfermedad llamada lupus eritematoso, que es de difícil diagnóstico y se estima que afecta a más de un millón de personas en el mundo.
Otros síntomas comunes son cansancio, pérdida de peso, dolor e inflamación de las articulaciones, así como eritema en forma de alas de mariposa, que consiste enrojecimiento y erupción de la piel en mejillas y nariz, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
Debido a que el lupus es muy variable, puede iniciar con un síntoma grave que pone en riesgo la vida, como inflamación en riñones, corazón, pulmones o cerebro. Además, ocasiona alteraciones en células de la sangre provocando anemia hemolítica y trombocitopenia; es decir, cuando las plaquetas se consumen.
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