UASLP invita a la XX Jornada Académica y Formativa: Caminando
Durante un siglo, la UASLP ha cumplido su promesa de formar personas de bien para la sociedad
En el marco de la celebración por el Centenario de la Autonomía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), realizado en el Centro Cultural Universitario Bicentenario, el doctor Alejandro Javier Zermeño Guerra, rector de la misma, fue claro al señalar que, durante un siglo, la UASLP ha cumplido su promesa de formar hombres y mujeres de bien para la sociedad.
Dijo que se han tenido grandes logros y se ha dejado huella imborrable en la sociedad potosina y en el progreso del estado, a través de sus egresadas y egresados, así como infinidad de resultados en investigación, en vinculación social y difusión cultural.
Ante representantes de los tres poderes de gobierno, ex rectores, ex integrantes del H. Consejo Directivo Universitario, rectores de diversas universidades del país, estudiantes, docentes, administrativos e invitados especiales, se celebró el Centenario de la Autonomía Universitaria en un evento que versó sobre el reconocimiento del pasado y la búsqueda de un futuro mejor para la universidad y por ende para la sociedad.
En representación de las y los trabajadores universitarios, la licenciada Ginna Gutiérrez Martínez, refrendó el apoyo institucional a la universidad, reconociendo el futuro que se busca; por su parte, la alumna María José Ramos Martínez, del Campus Tamazunchale de la UASLP, agradeció el espacio universitario como un inicio y forma de vida, de oportunidad y conocimiento continuo.
Por su parte, la maestra Luz María Nieto Caraveo, representante de las y los maestros de la UASLP, recordó con emoción que su vida ha estado profundamente entrelazada a la universidad desde que era estudiante hasta que se volvió docente, aunque advirtió que no hay que dejarse llevar por la costumbre pues la autonomía universitaria, es en esencia, la libertad intelectual para reflexionar.
En su mensaje, el maestro Jaime Valls Esponda, secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), destacó que la autonomía está protegida por la ley y por lo tanto, no puede ser sometida a ninguna iniciativa sin tener una consulta previa, libre e informada a las comunidades universitarias y con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno.
En su intervención, el doctor Alejandro Javier Zermeño Guerra, rector de la UASLP, retomó las palabras del ex gobernador y ex rector Rafael Nieto Compeán, dichas en un convulso 1923: “El Instituto Científico Literario de San Luis Potosí, se ha conquistado en los últimos años un gran número de enemigos, muchos de esos enemigos argumentan que la enseñanza superior es un lujo en la mezquindad de nuestro medio económico. Esos enemigos de la educación superior piden cerrar este instituto científico y literario que lleva tras de sí una gran historia de reconocimiento, mérito y prestigio indiscutible”.
Estas palabras, señaló, llevan a la reflexión de que la UASLP ha cumplido durante un siglo su promesa, y que se han atravesado momentos difíciles y crisis que distintos tipos que no se pueden negar ni olvidar, pues ello “sería injusto con las generaciones que nos precedieron”, sin embargo, puntualizó que se han logrado sortear los problemas y poner a la UASLP en un alto reconocimiento nacional e internacional.
Subrayó que este nuevo siglo que inicia la UASLP debe ir encaminada al bienestar social, a la paz y a la adquisición de nuevos conocimientos lejos de los moldes tradicionales.
Por su parte, el doctor Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior, retomó la historia de la autonomía universitaria y de cómo ésta cambió el rostro del país.
“Hemos hablado de la libertad de cátedra, de la importancia de la construcción de un sentido de autogobierno, de la capacidad del ejercicio efectivo cotidiano de esa autonomía. Representa y es fundamental la ampliación de la forma de autogobernarnos en nuestro conjunto”, señaló.
“Hace 100 años se transformó el estado de las cosas, pues se legitimó otra forma de deliberación, de construcción democrática que colocó a la universidad y a la sociedad misma en el camino de la construcción de nuevas articulaciones con la comunidad puesta a sujeto de cambio. Hace 100 años como hoy en día, tenemos una disposición de cambio, una coyuntura en nuestro país, esencial y que hay que acabar por reconocer”, destacó.
Fue claro al reconocer que la autonomía universitaria es necesaria, fundamental para crear una sociedad sana, por lo que hoy más que nunca se celebra y se entiende que no hay futuro sin la misma.