Promueven exposición: Diálogos entre genética y cultura

Diálogos entre genética y cultura: identidad
Una forma primaria para definir a las personas, asignarles funciones y posiciones, ha sido a partir de las características biológicas. Sin embargo, estamos conformados por símbolos, significados y atributos que trascienden la apariencia, tanto aquellos concedidos por los grupos sociales con los que interactuamos, como los adoptados voluntariamente por intereses y afinidades.

La exposición “Arte, genómica y diversidad: una mirada al pasado, presente y futuro” comparte experiencias y enfoques para repensar en qué medida la identidad se conforma de los rasgos físicos, la adscripción sociocultural y la idiosincrasia particular. Esto, partiendo de obras de arte basadas en estudios genéticos de ancestría*, en diálogo con piezas tradicionales de pueblos originarios de México.

Es verdad que la apariencia es un elemento importante para la definición, adhesión y asignación, sin embargo, las interpretaciones sobre el cuerpo pueden cambiar al tomar en cuenta sus múltiples lecturas. La escritora Andrea Fuentes Silva presenta la obra “Archipiélago”, un mapa textil atravesado con alfileres, basado en las marcas y las manchas de su propia piel, característica que ha incidido en su vida.

“Na’ (Yo soy)”, del artista visual Demián Flores, es una escultura tipo prehispánica, intervenida con objetos cotidianos y tradicionales representativos de México, como billetes, semillas y artesanías miniatura. Esta obra recuerda que también estamos constituidos por las historias, costumbres, tradiciones, ambientes y objetos de los grupos sociales y de la propia experiencia.

Pero podemos decidir transformar aquello que nos ha definido, cuando hacemos algún nuevo descubrimiento, cambiamos de contexto y desarrollamos otras preferencias. La artista Berta Kolteniuk, tras encontrar que una parte de sus genes corresponde con la gente de las islas del Pacífico, en su trabajo “Papúa Nueva Guinea” se pintó como la etnia huli de dicha región.

A final de cuentas, la identidad es un espacio infinito de creación y reinterpretación, “fragmentos de cuerpos, mezcla inacabada de tiempos que toman formas, capas y capas de sentidos imprecisos, vacíos donde cabe el suspiro, la imaginación y la creación”, menciona la actriz Eurídice NaVi a propósito de su trabajo “Naturaleza híbrida”, un mosaico de espejos acompañado por máscaras de materiales orgánicos, “para mirarse por dentro e inventarse nuevas formas de ser-hacer-estar”.

Adéntrate en esta exposición presente en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (Moneda 13, Centro Histórico, a una cuadra del metro Zócalo/Tenochtitlan), de martes a domingo, de 10 a 18 horas. “Arte, genómica y diversidad: una mirada al pasado, presente y futuro” fue organizada en colaboración con “Mosaico genético en México: una mirada desde las artes”.

*Los estudios de ancestría detectan las coincidencias genéticas de una persona con poblaciones muestra del mundo.